El primer rey: Fu-Shi

Fu-Shi, inventor de los trigramas del I Ching

En esta época aparece el primer rey conocido de China: Fu-Shi. Este rey-emperador fue el inventor de la escritura y creador de los hexagramas del I Ching. Su vida aparece situada en el año 2.852 aC. Reinó con su mujer, y a la vez hermana, Niu-Kua. Es en este reinado que la adivinación crece y se hace popular, especialmente la que hemos mencionado de la lectura de tortugas. Pues éste era el primer sistema de lectura del I Ching. El sistema utilizado actualmente (tallitos de aquilea) estaba reservado a las brujas.

En los dos casos (tortugas o varitas) siempre se consideraba la mutación o cambio, en la cual un hexagrama origina otro de sexo opuesto, como veremos más adelante

Pero volvamos a la historia. Nin-Kua, la hermana y esposa de Fu-Shi, también hizo muchas cosas por el pueblo chino. Se la representa llevando en la mano un compás y una escuadra. Gracias a haber “esparcido cenizas” pudieron controlar las crecidas del Río Amarillo, e iniciarion la época de las grandes invenciones.

Se pasa de la vida salvaje a la vida civilizada, aunque fuese de una manera muy primitiva. Para conseguir tierras de cultivo, Nin-Kua hizo quemar matojos y desecar pantanos. También es la época en que se inventa el matrimonio y las escrituras.

I crearon el I Ching. Un texto del propio libro lo explica:

Antes, cuando la ley de todo lo que había bajo el Cielo estaba en manos de Fu-Shi, éste levantó la vista y estudió las brillantes formas que se movían por el Cielo. Seguidamente contempló todo aquello que representa la Tierra, observó las particularidades de los animales y los pájaros, y los diferentes recursos del suelo. Mucho más cerca de sí mismo, en su propia persona, encontró cosas dignas de interés, y más lejos, en las cosas en general, otros elementos interesantes. Entonces inventó ocho figuras de tres líneas cada una: ocho figuras que debían servir para comprender la inteligencia de la Naturaleza y clasificar la inmensidad de seres y cosas…

Por Arian Botey
Este apunte forma parte de una serie de artículos sobre el I Ching cuyos originales pueden ser consultados, en lengua catalana, pulsando sobre el enlace.

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