Hemos de esperar a Shou-Shin, un tirano que gobernó China y destacó por su crueldad:
…se separó de sí mismo y del Cielo e hizo crecer el odio entre su pueblo y él. Una mañana hizo detener a unas personas que atravesaban una corriente de agua helada, y les hizo cortar las piernas bajo las rodillas para ver como reaccionaba la médula de los huesos con el frío. Otra vez hizo arrancar el corazón de su consejero y tío para ver como era el corazón de un hombre sabio…
Inventó suplicios como el del cilindro de cocer: un cilindro donde se encerraba a la víctima y se situaba sobre el fuego. Se dejaba a la víctima la opción de dejarse cocer o saltar a las llamas.
Inventó orgías donde hombres y mujeres desnudos se bañaban en piscinas llenas de vino, y corrían por “bosques de carne” en los que hacía colgar de las ramas, manjares condimentados como si fuesen frutas…
Suplicios, tormentos, orgías… hasta que punto era verdad todo esto no lo podemos saber. Los antiguos historiadores chinos, cuando se producía un cambio de dinastía, no dudaban en inventar monstruosidades a la dinastía anterior…
Por Arian Botey
Este apunte forma parte de una serie de artículos sobre el I Ching cuyos originales pueden ser consultados, en lengua catalana, pulsando sobre el enlace.